Te lo explico con gusto: las empresas adquieren vida propia —tanto las grandes como las micro— porque su nacimiento, su supervivencia e incluso su muerte afectan siempre a varias personas, siendo los más golpeados quienes las manejan... además de ser los dueños.
Un ser humano está técnicamente muerto cuando su corazón deja de latir por un tiempo apreciable. Cuando eso sucede, se llama a un médico que extiende un certificado de defunción. Con él, y tras cumplir con una serie de trámites (siempre trámites), se procede a disponer del cuerpo. ¿Qué sigue? Se entierra o se crema. Y si no se hace nada, ese cuerpo —ya llamado cadáver— empieza a descomponerse y a oler muy mal en menos de 24 horas.
Las empresas no dejan de moverse cuando se les detiene el corazón. El corazón de una empresa es la rentabilidad.
Pueden seguir “funcionando”, sostenidas por medios artificiales, mucho tiempo después de que la rentabilidad desapareció. A veces se recuperan. Otras no. Pero es un hecho: una empresa muerta o moribunda empieza a apestar.
¿Cómo lo puedes saber? Te doy algunos síntomas: Los empleados trabajan a disgusto y los mejores huyen del barco. Los proveedores te empiezan a mal surtir. Tus clientes buscan otras opciones… etcétera, etcétera.
Cerrar es la decisión más difícil que debe tomar un empresario. Y casi nunca la toma por sí mismo.
Por eso se necesita alguien externo, capacitado, desapasionado, que dé una opinión objetiva. (Ojo: una opinión sugiere un camino. No implica una decisión.)
La buena noticia: no tiene que terminar en defunción.
Después de estudiar el caso con meticulosidad y experiencia, pueden abrirse otras alternativas:
Complementa el formulario y recibirás una primera evaluación sin costo de tu caso, con una sugerencia sobre lo que considero viable hacer:
Paso 2: Tendremos una videollamada de máximo una hora, donde me describirás tu caso, responderás preguntas clave (grabaremos la sesión), y entregarás información relevante. Con eso, elaboraré un diagnóstico y una opinión clara. Luego, agendaremos una segunda videollamada para discutir dudas.
Honorarios: Se definen antes del paso dos, según ventas anuales y número de colaboradores. El pago es 50% al inicio y 50% antes de la segunda sesión. Si necesitas factura, se añade el IVA.
Si decides continuar, estableceremos objetivos, un calendario de máximo 10 sesiones, y un costo por sesión efectuada, pagado al final de cada una.
Sé que estás viviendo un infierno, lo he vivido. Pero si decides actuar hoy, los daños pueden ser mucho menores. Tú sabes a lo que te estás exponiendo, no te lo tengo que enunciar.
Incluso puedes llegar en un plazo breve a un luminoso amanecer.
LA DECISIÓN ESTÁ EN TUS MANOS
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